sábado, 5 de agosto de 2017

92. My own worst enemy

Marcar fechas en el calendario puede ser contraproducente: esperarás que llegue ese día pensando en el reloj y no disfrutando del presente. Obviedad de la que muchas veces no nos damos cuenta.

Esperar, maldito acto, maldito verbo. No esperar en la sala de espera, no, esperar que llegue un día, un acontecimiento marcado en tu mente en un futuro semicercano ¿Qué puedo hacer hasta que llegue ese momento? Esperar.

Un mes y medio esperando, o no. Un mes y medio redescubriendo todo otra vez, un mes y medio para ser mejor.

Sigue estando claro que mi mayor enemigo es el tiempo. Como diría Joka "Mi propio peor enemigo".

Vives mis minutos
Calzas mis zapatos
Provocas a mis monstruos

Dulce anacronismo el de mi vida si tenemos en cuenta mis maneras de perder y aprovechar el tiempo. Desactualizado pero contento. El amor, el miedo y el valor no pasan de moda. La espera tampoco.