Ya puedo abrir la ventana a las
10 de la mañana un domingo, ya llega la primavera…Aunque lo más interesante de
esa frase no es el hecho en sí, que cada vez vaya haciendo menos frío a esas
horas, sino que jamás he estado despierto los domingos a las 10 de la mañana,
es un hecho no sé si de madurez repentina o de qué sé yo.
Mientras suena una canción de Mr.Presley
vuelvo a recapacitar, como ya hago demasiadas veces al día, sobre lo que es mi
vida, o la vida en general. Tras una noche interrumpida por el Crohn en medio
de Madrid, solos yo y mi linda “crónica”, y tras una semana de lo más extraña e
inquietante, vuelvo a pensar en la estúpida fugacidad de la vida, que pasa ante
nosotros sin darnos cuenta. El tiempo…Aprovechemos que aún no es moneda de
cambio.
2015, el año en que realmente fui
consciente de cómo se fraguaron de mal mi infancia y mi adolescencia, de cómo
soy fruto de una semilla mal plantada y precaria en cuidados, pero que ha
aprovechado sus circunstancias para salir adelante…Esperemos que la ambición no
supere en tanto al talento.
Ahora mismo soy un batiburrillo
de sentimientos erosionados por la presión natural de las circunstancias. Y yo,
que estoy poco acostumbrado a perderme pues estoy bastante ubicado, cuando me
pierdo no sé reaccionar como un ser humano en la rutina, aunque en ciertos
tipos de caos salga victorioso.
Esto me recuerda al estilo que
seguía mi anterior blog, algo parecido a las palabras de arriba, sin sentido y
sin conexión pero más puras que todas las palabras que medito.
PD: Que me ahorquen si termino
usando este espacio para soltar textitos infantiles y pegajosos de niñas para
niñas.
PD2: No hubo Top 10 de películas
de Febrero y no sé si lo habrá.