jueves, 13 de junio de 2019

115. No tendría que haber vuelto

Pero sin embargo vuelvo.

Pensé en abrir otro blog (la inactividad en este ya era una tónica) para marcar otra etapa. Luego pensé que seguir escribiendo aquí haría notar la gran diferencia anímica y general que muestro a lo largo de las diferentes etapas y momentos que vivo.

En este caso se podría decir que vuelvo a tener la misma sensación de "cárcel" que tuve hace cosa de un año y medio más o menos. Sé de sobra lo que quiero y sé de sobra lo que no quiero, pero no dispongo de los medios ni del tiempo )sobre todo del tiempo) para ponerme a ello.

He intentado arañar segundos como he podido y, a pesar de rozar el victimismo contemplativo y absurdo de siempre, esta vez creo que simplemente tengo demasiados pájaros volando y ninguno en mano pero, claro, es que todos los pájaros me valen ahora mismo si me ofrecen más tiempo y más alegría laboral. Sigo teniendo voz pero no puedo gritar, ese es básicamente el problema, que tengo un lápiz pero no tengo papel, o está demasiado lejos, o no tengo tiempo para rellenarlo.

Intento, aunque sea en el móvil, escribir pequeñas ideas y proyectos de esos que jamás llegan a nada, un batiburrillo de letras que para mí tienen mucho sentido pero quizá para otros son el manifiesto de cualquier perdedor.

Y desde luego este estado se debe a que no hago lo que me hace feliz: jugar al baloncesto y ver cine. Parece una chorrada pero ambas cosas me liberan, me divierten y me abren la mente y el cuerpo. Ahora mismo soy una máquina de comer y de coger el metro. Si ya era experto en el maldito metro de Madrid ahora soy un cum laude en toda regla.

Ahora bien, dentro de toda esta amalgama de quejas y quejidos, de desesperanza y de negrura, hay un brote, uno brillante, que no crece en la cabeza pero sí un poco más abajo (no, no tan abajo). Quizá, sin poder llamarlo a esto proyecto, he de decir que tiene muy buena pinta. Lo que me vale para el cine y el baloncesto me vale para esto. Experimento sensaciones físicas: enrojezco, sudo, me ahogo y salivo a niveles nunca vistos en este paisaje abrupto y difícil.

Quizá sólo necesito eso, paciencia... Y generar la duda, sembrarla en todas las cabezas de cualquier manera posible, pero hacerlo.

sábado, 2 de febrero de 2019

114. En realidad nunca estuviste aquí

Me va bien, o eso creo. Bueno, al menos me va mejor de lo que me ha ido en el pasado. Mejor dicho: me va bien si tenemos en cuenta lo que es ir bien para la "gente". En realidad sí que me va bien porque me encuentro en paz conmigo mismo, aunque siempre tenga algún día de pensar que algo se me olvida, de pensar que algo me dejo en el camino.

Sigo fiel, sigo intacto. Disfruto de ciertas mieles, pequeñas pero igualmente dulces, y miro al pasado con mirada de veterano de guerra, como el que se piensa que ya se lo sabe todo... Aunque realmente sí que he aprendido mucho del pasado, del tiempo.

miércoles, 2 de enero de 2019

113. Amantes

A lo mejor tengo esa capacidad, a lo mejor puedo amar en cantidades.
Quizá coleccione musas, quizá no esté hecho para decidir, quizá estoy aquí para amarlas a todas y a todas de manera sincera.
Que leo versos en miradas sin quererlo, que me enciendo si te huelo y que te pienso y beso el viento.