lunes, 10 de julio de 2017

90. Es de bien nacido ser agradecido.

Y, a pesar de seguir pensando que esto no lo lee nadie, escribiré unas líneas:

No sé qué tiene la noche, y más aún la noche veraniega, que me hace pensar y pensar sin parar, aún sin tener motivos por los cuales necesite darle vueltas a la cabeza.
Después de un gustoso festival de música con ciertas personas me gustaría agradecer, sobre todo a esas personas, pero también a unas cuantas más, que puedan ser llamadas amigos.

Gracias por intentar entenderme, aguantarme y comprenderme. Sé que a veces es complicado pues mi coco, pienso, en ocasiones funciona de manera compleja, por lo tanto merece reconocimiento el saber tratar conmigo. Por las buenas soy muy bueno pero, en ciertas ocasiones, mi mente juega malas pasadas.

Gracias por apoyar y no dudar, por la lealtad y, sobre todo, por la inmensa generosidad que recibo. Esto me ha hecho mejorar como persona pues, aunque en mi entorno familiar hay ciertos valores positivos que han faltado siempre, con vosotros han aparecido y los he sabido reconocer.

Gracias por compartir mi humor y darme tantas carcajadas, además de dejar que yo también os haga reír. La risa es uno de esos motores que aguantan modas y el duro paso del tiempo: universal, sana, variada y única.

Cuando muera, ya sabéis: barbacoa con One more time de Daft Punk y ni una puta lágrima. Que mi legado sean mis textos, mis fotos, nuestros recuerdos y muchas ganas de seguir disfrutando de esta puta vida.



No hay comentarios:

Publicar un comentario